La realización del mantenimiento adecuado de las grúas telescópicas, es una de las precauciones más importantes que se pueden tomar en cualquier obra donde se utilice este tipo de maquinaria.
A menudo, estas máquinas son la columna vertebral del proyecto, y cuando se mantienen bien, pueden mejorar significativamente la productividad y reducir el riesgo de accidentes en el lugar de trabajo.
De hecho, el plan de mantenimiento de grúas telescópicas puede marcar la diferencia entre un proyecto que se queda atrás y uno que progresa sin problemas. En esta publicación, hablaremos sobre la importancia del plan de mantenimiento de las grúas telescópicas y cómo puede beneficiar a los trabajadores y los resultados de un proyecto en general.
Contar con un plan de mantenimiento puede traer beneficios significativos, algunos de estos son:
Mantener las grúas en buen estado.
Reducir el riesgo de averías y fallas.
Aumentar la vida útil de la grúa.
Mejorar la seguridad de los trabajadores.
Disminuir los costos de mantenimiento a largo plazo.
Adicionalmente, un plan de mantenimiento bien estructurado también puede ayudar a cumplir con los requisitos legales y regulaciones de seguridad en el lugar de trabajo.
La frecuencia con la que debe realizarse el mantenimiento de una grúa telescópica puede variar dependiendo del fabricante, modelo y entorno de trabajo al que haya sido expuesta la herramienta. Sin embargo, como regla general se recomienda hacer mantenimiento preventivo cada tres meses aproximadamente.
Los puntos a los que se les debe prestar especial atención al momento de efectuar el plan de mantenimiento de grúas telescópicas son:
La estructura de la grúa debe mantenerse limpia y en buen estado, lo que implica asegurarse de que no haya exceso de suciedad, partes sueltas o corroídas, elementos estructurales oxidados o defectuosos, etc. También deben realizarse reparaciones cuando sea necesario a fin de evitar futuras fallas.
Los sistemas hidráulicos dan vida a la grúa, por lo que se debe revisar y mantener el aceite hidráulico y el sistema de sellado de forma regular. Además, se deben cambiar los filtros y verificar que no haya fugas de líquido.
La maquinaria de elevación también debe chequearse y mantenerse regularmente. Esto incluye: los cables de elevación, poleas, ganchos y otros componentes.
Es fundamental revisar los sistemas eléctricos de la grúa de forma periódica, verificando que no haya cables sueltos o dañados y que los sistemas de advertencia e iluminación estén en buen estado.
La cabina de control debe mantenerse limpia y organizada, asegurándose de que todos los controles estén en buen estado y funcionen perfectamente.
Es imprescindible que los sistemas de dirección y frenado tengan un excelente funcionamiento. Para ello, se deben revisar los frenos, los componentes de la dirección y los neumáticos.
Las ruedas y los neumáticos son componentes críticos para el correcto funcionamiento de la grúa, por lo que se deben revisar de forma regular, verificando que no haya desgaste excesivo o daños.